El Vestido : (Capítulo 34)

Esperando a Claudia

“De camino”, escribe Claudia. Así que Kerry y yo esperamos fuera. Kerry se veía tan guapa; madre mía, había perdido el peso perfecto. Yo estaba limpia, me había duchado, y aun así me sentía agotada, como un zombi, no que alguna vez lo haya sido. Estaba en una especie de trance cuando Claudia llegó; subimos al coche, Maxine y Claudia le dieron toda la atención a Kerry, y yo solo me puse el cinturón. Eso es todo lo que recuerdo.

La primera cita

“La primera cita es aquí mismo”, dijo Maxine. Todas salimos del coche, y yo solo la seguí como una oveja. Ellas tres charlaban animadamente, y yo me quedé unos pasos atrás; todas reían, llenas de ilusión con la idea de encontrar el vestido. Nunca podré recuperar ese momento; no podía hacer nada al respecto.

El vestido

Ahora saltaré todos los demás momentos porque son privados, pero una cosa que nunca olvidaré es a mi hija llorando mientras decía las palabras: “Mamá, este es el vestido.” Cuando salió y parecía una princesa, fue la primera vez que lloré, no por mi George, sino por lo que acababa de ver. Mi niña estaba tan feliz de haber encontrado el vestido, y vaya si lo había encontrado, fue increíble.

Les diré que fue en la primera tienda, sí, en la primera cita encontramos el vestido de Kerry en menos de una hora, más tiempo para celebrar, supongo.

Celebración e interrupción

Maxine canceló todas las demás citas, y nos dirigimos directamente al puerto de Málaga. Claudia y Maxine habían hecho que el día fuera tan especial, y ahora estábamos en un restaurante brindando con champán.

Entonces mi teléfono empezó a sonar con ese timbre tan bonito, “Tengo a tu perro”, dijo un hombre. Le pasé el teléfono a Maxine, “Encárgate de esto, por favor”, le dije. Me quedé en una especie de niebla mental mientras oía a Claudia decirle a Kerry lo increíble que sería encontrar tu vestido y luego a George el mismo día.

La llamada

Después de 20 minutos de puro infierno, con Maxine intentando explicarle a este señor mayor cómo enviar un vídeo de este perro, el vídeo llegó. Vale, no era un caniche rosa; Maxine simplemente escribió: “Gracias, pero ese no es George.”

El final del día

Claudia pagó la cuenta y todas nos fuimos; gracias a Dios las chicas pudieron concentrarse en el vestido porque una cosa es segura: lo increíble que fue encontrar el vestido en menos de una hora. Nunca olvidaré ese día, no por la llamada, sino porque Kerry encontró el vestido.

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