Christine sosteniendo a Kev en sus brazos, recordando su amor incondicional. En la segunda imagen, Kev posa feliz con su juguete favorito: su anillo de goma. Un homenaje conmovedor a su vida y carácter.

En memoria de Kev: Homenaje a un pequeño perrito que dejó huella en mi corazón



Hola, me llamo Christine y hago estas huellas de concreto desde el principio hasta el final — a mano, con el corazón, y muchas veces, con lágrimas en los ojos. Hoy quiero contarte la historia de una huella que significa más para mí que cualquier palabra. Es la que hice para mi precioso Kev.

Kev no era solo un perro — era el alma más diminuta y perfectamente formada que he conocido. Traía alegría cada día, sobre todo con sus juguetes: aros de goma. Tenía muchos, pero cada día elegía uno — un color concreto, el elegido. Si por error lo lanzaba a la piscina, él se sentaba al borde y ladraba sin parar. Ningún otro servía. Solo ese.

Kev no era de mimos. No le gustaba que lo cogieran en brazos, nunca — salvo por la mañana, cuando se subía a mi regazo durante cinco minutos. Era su pequeño ritual. Aunque era pequeño, él no se veía así. Era valiente, independiente, orgulloso. Era mi pequeño hombrecito.

 

El Día Que Se Rompió Mi Corazón y Por Qué Creé Este Recuerdo para Él

Y luego llegó ese día. Una amiga vino de visita con su perro. Kev se puso nervioso y se fue a su camita dentro de casa. Y aquí viene lo que nunca me perdonaré. Lo cogí en brazos. Le dije: “Kev, no tengas miedo, ven fuera con nosotras.” Creí que lo estaba tranquilizando.

Lo llevé fuera, me senté, y lo puse en la silla junto a mí. En un segundo, saltó... y antes de que pudiera moverme, el perro de mi amiga lo atacó. Mi pequeño Kev murió al instante.

El grito que solté... ni yo reconocí mi voz. Esa imagen me persigue. La revivo más veces de las que puedo contar. Lo cogí entre mis brazos, aún caliente, y me desplomé. El dolor era insoportable, la culpa me consumía. Mis otros perros también lo vieron. Nos rompió a todos.

Aún hoy, años después, no puedo escribir esto sin llorar. Lo extraño muchísimo. No sé si algún día me perdonaré, pero creo que él sí me ha perdonado. Y tal vez por eso llegó Stuart a mi vida — otro pequeño abandonado, perdido, necesitado de un hogar. Stuart es el perro más cariñoso que he conocido, y creo que Kev me lo envió para ayudarme a sanar.

Este diseño conmemorativo fue para Kev. Sencillo, suave, delicado — igual que él.
Ver el Recuerdo de Kev Aquí  https://www.concretepaws.es/products/huellas-conmemorativas-personalizadas-con-foto-a-todo-color 


📹 (Aquí añadiré un vídeo para que puedas ver cómo colocarlo en casa o en el jardín)

Algo Más Que Me Gustaría Compartir

Kev también estuvo conmigo durante uno de los capítulos más duros de mi vida — la búsqueda de mi otro perro, George, que desapareció durante nueve semanas. De hecho, escribí un libro sobre esa historia real, llena de esperanza, desesperación y amor infinito por los animales.

Está en inglés, pero a partir de mañana comenzaré a compartirlo aquí en el blog — capítulo a capítulo, traducido al español, para que también puedas seguir la historia. No solo trata de George — también de todos los perros que he amado y perdido... incluido Kev.

 Por favor, vuelve mañana para leer la primera parte.

Si quieres honrar a tu querido compañero peludo, descubre nuestras huellas conmemorativas y crea un recuerdo único que perdurará por siempre.

 

 

 

Regresar al blog